Llegar a un país como inmigrante, significa que debes adaptarte a una nueva forma de vida y hasta los detalles más pequeños que no notabas en tu país natal los irás descubriendo en tu nueva vida. Les presento la primera parte de las cosas que he conocido y cambiado en la mía desde que me mudé a Santiago de Chile.
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Cambiar de ropa en estaciones
Venezuela en un país tropical. Y consta de dos “estaciones” lluvia y sequía. En la mayoría de los estados la temperatura es fresca y el sol puede perderse por un rato para dar paso a la lluvia, pero siempre regresa, por lo que es bastante normal andar con ropa ligera y si baja un poco la temperatura, con un simple suéter basta.
En el sur de América es distinto, pues sí existen las cuatro estaciones opuestas a las de Norteamérica y Europa. Entre septiembre y marzo vienen la primavera y verano y en los restantes otoño e invierno, así que debemos cambiar el closet con todo lo ligero para el calor y luego sacar todo lo que nos abrigue para el frío.
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Los amaneceres y anocheceres no siempre son a la misma hora
Por lo mismo de las estaciones, en verano los días son más largos y las noches llegan a partir de las 9:30 pm aproximadamente; en invierno a las 7:00 pm ya está oscuro. Los amaneceres del invierno son a partir de las 8:30 am y hasta las 9:00 am y los del verano mucho más temprano.
Confieso que cuando amanece tarde, provoca dormir mucho y cuando anochece tarde se siente como que queda muuucho día por disfrutar 🙂 . Algo si les aseguro, ¡Santiago se gasta unos atardeceres hermosos!
- Google map y The Weather Channel se convirtieron en mis aliados.
Como todo turista, cuando llegas a un país que no conoces la mejor manera de ubicarte con las calles es con el Google Map. Yo aún lo uso y aunque ya me conozco el nombre de muchas zonas, calles, etc; siempre hay alguna que aparece que me hace recurrir a mi App. Además, te dice el tiempo de cada recorrido, dónde tomar las micros y en qué paradas tomarlas, es súper útil.
Como el clima a veces enloquece, reviso con frecuencia esta app. En invierno lo veo SIEMPRE, sobre todo para buscar desesperadamente un día de sol jaja, saber qué tan frío estará el día y abrigarme adecuadamente, o si va llover. Por supuesto que no es exacta, tiene su margen de error, pero ayuda bastante.
- No hay “vacaciones” en Carnaval y Semana Santa.
Típico que lo primero que un venezolano hace al terminar el año, es revisar el calendario del año que inicia, para saber cuándo cae Carnaval y todos los feriados. Olvídense de esos dos días libres por estos lados, en Chile se trabaja todo febrero, no es que no exista, se celebra en algunas regiones, pero por lo menos en Santiago, se trabaja. Lo mismo pasa con la Semana Santa, puede que te den el viernes Santo, pero solo ese día. Aun así, no todo es trabajo, existen otros feriados que en Venezuela no existen 🙂 . Por cierto, tampoco existe el Día de Reyes 🙂
- El bus no se detiene en cualquier parte
Nada de: ¡En la parada! ¡En la esquina!¡ Por donde pueda! Aquí no hay camioneticas, ni autobuses, sino micros, que son parecidas a los Metrobuses y se detienen en las paradas autorizadas y cuando aprietes el botón, si lo olvidas, tendrás que hacerlo en una próxima parada.
- Respeto los semáforos
Si vas a comerte la luz de un semáforo, es mejor que lo pienses dos veces. En Santiago, si tú eres peatón y tienes luz para cruzar los conductores respetarán tu luz, pero cuando está en verde es su turno y no frenan, ni reducen la velocidad si alguien está cruzando cuando no le corresponde. Si no hay semáforo, se guían por el paso peatonal y ahí si reducen la velocidad para dar paso. Así que vas a cruzar en verde, que el carro esté muy lejos, si no ya sabes adonde vas a parar…
- Usar carritos para el mercado
No sé si es que en Venezuela no estaba pendiente de esto, pero en Santiago de Chile la gran mayoría lleva carritos a los supermercados para traer sus bolsas de regreso. Los puedes comprar donde desees, van desde 4 mil pesos en adelante. Así, al salir de cualquier compra te olvidas de cargar bolsas, sino de rodar tu carrito.
8. Dar más que un apretón de mano
Generalmente, cuando los venezolanos conocemos a alguien, en una reunión, entrevista laboral, etc, tendemos a dar la mano para presentarnos. Ya si después tenemos rato conversando, nos caemos bien o nos sentimos en confianza podemos despedirnos con un beso en la mejilla. En Chile es diferente, cuando alguien se presenta, sea hombre o mujer, te dan un beso de entrada. Debo confesar que aún extiendo mi mano para conocer a alguien, pero al final viene el beso jajajaja
- Confío en la policía
…O Carabineros como le llaman en Chile. Puedes confiar en que te indicarán alguna dirección o lo que necesites sin problema, no te van a pedir nada a cambio. Eso sí, si alguna vez alguno te detiene, es mejor que obedezcas y hagas todo por las buenas, y ni se te ocurra sobornar alguno, puede resultar mucho peor.
- Cuando Chile juega en casa… ¡hay fiesta!
Cuando La Roja juega como local, Chile amanece feliz, de fiesta. El centro de Santiago se pinta de los tres colores, con venta de banderas y objetos con el que puedas celebrar el juego. Cuando anotan gol, gritan todos al unísono y celebran hasta que termine el día/noche. Por supuesto que no puede faltar su famosa consigna ¡ Chi Chi Chi Le Le Le, Viva Chile!
Así termina esta primera entrega. Pronto compartiré la segunda parte de las cosas que he aprendido en Chile, espero que algún dato les resulte útil a los que estén por venir o recién llegando.
Danessa Barajas